El plato principal se compondrá esencialmente de carne
roja, ave o pescado, guarnecido con alguna verdura. No hay
ninguna restricción en este ámbito, salvo en la preparación;
de todos modos se aconseja dar preferencia al pescado en
la selección, teniendo en cuenta que sus grasas son mucho
mejores para la prevención de los riesgos cardiovasculares.
Por otra parte, sabemos que las grasas del pescado se almacenan
mucho menos fácilmente que las demás. Incluso
algunos estudios han demostrado que pueden contribuir a
favorecer la pérdida de peso.
La carne y el pescado jamás deben estar empanados ya que
el pan rallado es un glúcido muy malo, transformado por
otra parte en una esponja de grasas malas.
De la misma manera, el pescado no deberá ser rebozado
previamente con harina. Por lo tanto, desconfíe del lenguado
a la meuniére. Acostúmbrese a pedir siempre el pescado
a la plancha.
Por otra parte, hay que evitar las grasas de cocción y-de
fritura, que no siempre son fáciles de digerir, pero que sobre
todo son malas por su incidencia en los riesgos cardiovasculares.
¡Cuidado con las salsas! Si es usted un adepto de la nouvelle
cuisine, las salsas suelen ser muy ligeras, en la medida
en que no contienen harina. La mayoría de las veces son
el resultado del añadido de un caldo o una nata ligera al plato
de cocción.
En la cocina tradicional, la salsa suele estar repleta de
harina blanca, lo cual la convierte en muy perjudicial según
nuestros principios.
Si se come una buena carne asada, puede eventualmente
acompañarla con una salsa bearnesa en la medida en que
no tenga problemas de colesterol, ya que contiene mantequilla
y yema de huevo.
Si toma mostaza, evite la mostaza suave que contiene
azúcar.
En cuanto a las guarniciones, seleccione prioritariamente
las verduras con fibra de que disponga. Del tomate al calabacín,
pasando por las berenjenas, la coliflor, el brécol o
también las judías verdes, tiene mucho donde elegir. Consulte
la lista en la (pág. 34) para conocerlas mejor, ya que son muy
numerosas.
Tal y como ya le he aconsejado, si cuando está en un restaurante
sólo le ofrecen glúcidos malos, entonces coma simplemente
ensalada (lechuga, mache, escarola o diente de
león). De hecho, puede comer tanta ensalada como quiera,
como entrante, como plato principal, antes del queso o
con él.